Como es sabido por todos, el año consta de 365 días, o lo que es lo mismo, 8.760 horas que equivalen a 525.600 minutos. Ese extenso intervalo de tiempo, lo dedicamos a infinidad de menesteres. Hay momentos para el ocio, hay espacios para la familia, intervalos dedicados al trabajo, y multitudinarias fases destinadas a alimentarse, dormir, descansar, asearse, acudir a los oficios religiosos etc…

Pero vivimos en una sociedad acelerada que exprime nuestro día a día al máximo y no nos deja espacio para dedicarlo a nosotros mismos y a Dios.

Esta Santa Cuaresma y, más concretamente el próximo MIÉRCOLES SANTO, es una ocasión perfecta para hacer ese pequeño parón, en esa rueda de la vida que nos envuelve y no nos deja ni respirar.

Es tan sólo 1 día al año de los 365 que abarcan el calendario anual, son tan sólo 7 horas de las 8.760 de las que disponemos el resto del año y suponen 420 minutos en comparación con las 525.600 vueltas a la esfera de nuestro reloj de la vida. Un 0,02% de nuestro año.

El MIÉRCOLES SANTO es una ocasión ideal para detener nuestra rutina y dedicarnos un rato a nosotros mismos, y a conversar con Dios y su Madre la Santísima Virgen María. Creo que nos lo merecemos, por eso somos Hermanos de nuestra Cofradía, porque cada MIÉRCOLES SANTO aprovechamos, bajo nuestro antifaz o bajo la penumbra de las trabajaderas, para dar gracias, para pedir, para cumplir promesas, para pensar en nosotros mismos, en el devenir de nuestras vidas, para hacer limpieza de nuestra alma, para tener un rato de tomar aire y de reencontrarnos con la tradición que marca la historia de nuestra Ciudad cada Semana Santa.

No desaproveches la ocasión, es tan sólo un granito de arena en ese reloj del tiempo que nos contempla durante todo un año, solo un 0,02%. El MIÉRCOLES SANTO es un día muy especial, es el único instante que cubrimos nuestro rostro ante los demás y nos mostramos tal cual ante Dios, que siempre ve en lo escondido, sin importarnos el tiempo y nuestras ocupaciones.

Viste la Túnica!!!, siéntete orgulloso de pertenecer a nuestra Cofradía, no te quedes en casa ni en las aceras de las calles. Participa en todos y cada uno de los actos de Cuaresma, ni te imaginas la inmensa alegría que nos da verte por nuestro Santuario y poder saludarte. Sois el alma de nuestra Hermandad y el MIÉRCOLES SANTO, sois los pies y las manos de Nuestro Señor Caído, De Nuestra Madre de los Dolores y de Nuestro Crucificado de la Salud.

Y si alguna dolencia física te impide participar, no dudes en rezar para que la salud siga inundando tu cuerpo y tu corazón.

Te esperamos!!! No dudes un instante en gozar de un cachito de tu tiempo, porque sabes que no te arrepentirás.

 

UN AÑO POR AMOR Y UN DÍA PARA AMAR